Poemas de: Joel Fortunato Reyes. Page: 10

Joel Fortunato ReyesJoel Fortunato, nació en Cd. Cuauhtémoc, Chihuahua, México, en 1958 y es Médico Cirujano especialista en Psiquiatría por la UNAM, tiene tres Maestrías en Ciencias Educación, Sexualidad Humana y Educación Especial.

Autor del libro: «Poemas cercanos», Editorial Palibrio. Este libro recoge una colección de 150 poemas de la producción del autor. Poesías especialmente sugestivas que manifiestan profundos sentimientos y preocupaciones del alma y son una vía al interior del sentimiento y pensamiento del hombre contemporáneo donde los límites no se agotan y el lector se transforma en el principal actor y recreador de la obra escrita por el autor [...]
Leer completo




Esta página incluye los siguientes poemas del autor:

pencil32.png Poesía compartida por el autor. Índice de poemas publicados en esta página. Poemas de Joel Fortunato Reyes Pérez.

Todas las obras de esta colección son propiedad de sus respectivos autores o titulares de los derechos.
Obra poética de Joel Fortunato Reyes. Edición autorizada.

Arrogante pregunta...

Arrogante
Pregunta
El
Paisaje alado de su pequeña muerte
siguiendo entrelazando espina y pétalo
de carne al viento que lo sueña
bajo la enorme noche de su almohada
con la paja presa del amarillo seco
como blanca la nieve dibujada por ahí
entre el fuego de aquél lugar extraño.

Nadie parece creerle a la semilla humilde
que cosecha el campo en la memoria
la piel del sol pasado por la tarde
que esconde los muslos de sus labios
en el rumor de la ventana...

Ni cuando las paredes visten de traje
al pasillo invisible con el gris
recuerdo de la silla en la botella
que filtra el alba sobre la mesa
donde la última libélula escapa.

Porque hasta ahora, esto así ha sido,
y despacio sigue la pluma el vuelo
de una letra la palabra con ideas
en el verso que relata con las pupilas
del polen al caudal profundo...

El anhelo ha salido del volcán arrepentido
tan desnudo como entró el hielo
Allá en la calle vieja lámpara sin luz.
Rosando una brecha sin rumbo,
abajo se desvanece un arroyo,
por eso del mirar al cielo con fiebre,
con el ritmo sideral del escorpión...

Arrogante de la torpe turbamulta,
arroja de la altura la esperanza,
el valor que pierdo entre quimeras,
meditando en las pupilas sombrío
el naranjo sorprendido en la manzana
ignora del dátil el fulgor tenue
encapsulando la falsa primavera...

La pregunta de vieja edad convulsa
bajo el manglar hecho de trapo
del ensueño al plenilunio temido
el camino viril, miserable y redondo
con la sed de la corteza gastada
del saber al instante el suspenso
de una sombra de acento y en calma.

Arrogante un juguete con melancolía
estremece la tarde que cae ciega
al correr de los años agitando el techo,
con la luz de la envidia sin razón...
¡ Pregunta, arrogante, a la ceguera,
por donde espiga la obscuridad mínima !.

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Exterioridades

Cabalga el alba la tarde tenue
en la silueta qué duerme
al horizonte qué acechan
los topacios qué recuerdan
de la lluvia de cristales
¡tenues rosales en su sed!

En el frío del ensueño derretido
cuando el infinito es nombrado
en la estatua del fuego intacto
por la frescura del hielo mudo
entre la espuma del grito roto
¡Cuándo la sonrisa es escombro!

Ex
Terior
Idad
Es

Cabalga
El espejo silencioso
Invisibles
Superficies
Del reflejo
¡Suspendido!

Ex
Terior
Idad
Es

En el fuego
Pintor del aliento
En los náuticos orígenes
¡Trémulas burbujas!
En los gestos diestros
¡Cáscaras cabalga!

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Impoluto Ser

En la sed perdida de los pastos
¡Audaz cogorza encarnada!
Viene, viene enternecida el agua
¡Patrimonio bondadoso!
Por la arena tocando
¡Mayestática!
Una fresca campana
¡Implorando!
Ser saciada
¡Salubre!
Impoluto
Dolor
Del
Recuerdo perfumado
La fruta se dilata
¡En la pupila qué llueve!
Al resquicio restaurando
¡En las caderas qué fluye!
Hélice hercúlea hermoseada
¡En las calderas qué fragua!
Dilatándose… Escurriéndose…
Impoluto
Exponente
En el mar qué moja sus dedos
En los labios de selvas nuevas
Sed, sed… ¡Cómo quieras!
Sed agua… ¡Cómo fuego!
Sed viento. ¡Como aliento!
___ ¡Sed la sed misma! ___
Del agua ardiente gozosa
Sed la mano en cada dedo
___ ¡Al pié de la montaña! ___
Misteriosa silla paralela fluyendo
¡Del ser suspendido del sí!
___ ¡Y más allá del no! ___
Sed el pasto mismo, césped div
ino encarnado
En el agua ardiente del polvo… ¡Sediento!

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Espejismo...

El espejo se desnudó.
Bajo la sonrisa del viento.
Triste verde... Alegre rojo.
El cielo cantaba en silencio.

Con la música azul y dulce.
¡ Un diamante muerto de hambre !
Corre un pez entre las nubes.
Soñando el eco boca abajo.

Una camisa de cristal hablaba.
Dos gramos de silencio.
Tres semillas de reflejos.
Una guitarra de espuma.

Atrás del espejo asustado.
Arriba del tímido perfume.
El camino olvidado.
El sueño amarillo.

La paz gris.
Con lágrimas de fuego respiró.
El espejo sin reflejos.
Del tiempo sepultado con relojes...

Descubiertos quedaron los secretos.
¡ Con la evidencia de la humanidad perdida !

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

T.R.A.I.D.O.R.

Aquí navegas llorando
Por un desierto de azúcar y vinagre
Que el vulgo vil adora
Cuando se ennegrece
Porque largo se detiene en las noches
*****
El lecho la lluvia baña
Sepultando el sueño y el olvido
Fuentes hechas los ojos
Se ven juntos y distintos
Como despertando al cielo ardiente
*****
Al final de una flama
La juventud sus caminos dispersa
Las virtudes derramando
De centella al toque
Escogidas en las mañanas frescas
*****
Confía al mar su vida
El sol de la nieve teñido ya
En las hinchadas olas
Con la cruz de flores
Fuertes y ligeras, cautas en vano
*****
Ya atado el lazo al cuello
Helada la sangre lo apresura
Muy tarde se arrepiente
Muy lento se estremece
En la forma en que se ofrece medroso.

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Ensombrecido truena

Por esa cortina que entra el piso
de la noche nada ignora su sombra
al filo de hielo que camina descalzo
castigando con su frialdad al tiempo.

En el día más vivido que nada sabe
del barro sin aliento ni contento bebe
al cielo que las esquinas apagan rojo
con las espinas del viento despierto.

Porque habla la vela que al sol ciega
en la calle que caminan y tiemblan
los últimos espejos quebrados por el eco
del dulce infinito retirado de las retinas.

Huyendo del infierno hecho llamarada
dicen las sombras de medianoche huecas
por el crepúsculo puesto en cuarentena
somos el guía dador del caos con orden.

En las sombras hechiceras del infinito
arroyos imposibles desata un relámpago
las montañas del silencio heridas brutales
por las alas de la espuma en mariposas.

Hoy que las llamas tejen hielos rojos
eternas son las causas del desdén gris
sereno en las alturas de plano plenos
los crudos eclipses suponen palomas.

Con el eco del falso reflejo retornan
las amargas piedras temblando con teas
al pie que duerme un volcán enfurecido
mármol misterioso de ausencias ebrio.

Déjame quedar con las grávidas espátulas
en las frases secas de pétalos ahogados
con la última sangre tierna del jugo viejo
en el cráneo de la madera mezclado.

Niévame al fuego en el corazón anochecido

una oleada de polvo audaz por el aire tibio
con el ácido vapor de inexorables espirales
y el filo doble de lenguas de cicuta.

Cántale a la máscara trampas cómplice ahora
con la pureza gélida que salta y repta ágil,
en los círculos sonoros del filo almibarado
una vez que indulgente cada heliotropo gima.

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Poesía de Joel Fortunato Reyes Pérez,0

Te encuentras en página 10 de poemas de Fortunato Reyes.

Fortunato ReyesQuizás también te interese: Leer escritos referentes al mismo autor. En esta sección recogemos una una colección de letras de:
Fortunato Reyes Pérez