Poemas de: Joel Fortunato Reyes. Page: 2

Joel Fortunato ReyesJoel Fortunato, nació en Cd. Cuauhtémoc, Chihuahua, México, en 1958 y es Médico Cirujano especialista en Psiquiatría por la UNAM, tiene tres Maestrías en Ciencias Educación, Sexualidad Humana y Educación Especial.

Autor del libro: «Poemas cercanos», Editorial Palibrio. Este libro recoge una colección de 150 poemas de la producción del autor. Poesías especialmente sugestivas que manifiestan profundos sentimientos y preocupaciones del alma y son una vía al interior del sentimiento y pensamiento del hombre contemporáneo donde los límites no se agotan y el lector se transforma en el principal actor y recreador de la obra escrita por el autor [...]
Leer completo




Esta página incluye los siguientes poemas del autor:

pencil32.png Poesía compartida por el autor. Índice de poemas publicados en esta página. Poemas de Joel Fortunato Reyes Pérez.

Todas las obras de esta colección son propiedad de sus respectivos autores o titulares de los derechos.
Obra poética de Joel Fortunato Reyes. Edición autorizada.

Anécdota inefable

Esto pasó cuando menos lo esperaba.
La piedra me soñó petrificado.
Nada sabía el aire ni el agua.
El cincel, el martillo, la campana,
la tarde, el tiempo... Todos dormían.
Menos yo.
Y en ese sueño era piedra.
Frontera de nube y almohada.
Desperté de noche sobre la luna.
Siendo piedra, siendo sueño, sin saberlo.
Dormí en el fondo del mar... Sin color.
Frontera de roca y esponja.
¿ Para qué decirlo ?.
Nadie lo creería.
Y menos cuando se enteran que uno
es un sueño de una piedra.
Y sin embargo, se puede.
Aunque sólo enamorado, de los ídolos
del amor. Y de las flores de acero.
Se puede sentir. Se puede imaginar.
Se puede soñar, incluída a la piedra que sueña.
Pues esto pasa en los sueños.
De otras piedras. Cuando nos sueñan.
Sin saberlo.
Y el aire se humedece de alegría.
Y lo que parece deja de serlo.
Y al final no puedes contarlo.
Completamente... ¡ Sólo lo inefable, como aquí !.

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Asurcada jeringonza

Por estar arguyendo y oír huyendo

Por no ser del cielo un azul
fingido lago con sangre
la luna elocuente demente
da vueltas y vueltas dormida.

Y así argüiría sin averiguar

En el polvo disimulado de la noche
tiene nuevas máscaras de hormiga
en el silencio perfumado
en el prólogo patibulario.

Aquéllo que habría argüido al llegar

De ahí al engaño uniforme
el unicornio informa inconforme
acariciando la mejilla del guijarro
en las curvas del cometa viudo.

¡ Dónde arguyera una hoja !

¡ Cuántos cactus hay exactos !
Piensan del vértigo hablando
Tan dueños de núbil nieve
¡ Qué sale del huevo caliente !.

Y arguyese ser lo que no es

Porqué al espejo desnuda el reflejo
la marea en un caracol tierno
del luto provocado añejo
en el cenicero sincero...

¡ Porqué arguya dice cualquiera arguyendo !

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Del impulso forjadores

Por esa voz que nos escucha anaranjados
con los duraznos dibujando silencios
en los renglones dónde naufraga
la tinta...
¡ Qué piensa que siente que imagina !
Al márgen con miedo y asombro
¡ Qué teje y desteje !
Versos gladiadores, lágrimas sangrientas,
pasiones indulgentes, recuerdos victoriosos,
palabras de anhelos y esperanzas...

Del
Impulso... Pioneras escobas ratificando su fervor,
la muestra que reseña y tiende lazos... Por la
desinformación extensa, por la dosis intoxicante,
¡ Tan entusiasta como un charco importante !
¡ Forjadores !

¡ Oh, forjadores del impulso !...
Sin dejar de lado el lodo, del lobo alado
Expresivo, expuesto, sin contracubierta
Al desesperanzarse al desadormecerse
Dirigiendo la semana meses años siglos
De cándidas inspiraciones invitadas
En los manojos de noches de pestañas...

Escribiendo, escribiendo, escribiendo...
Del amor de los rumiantes frente al espejo
Adicto a la lisonja de habichuela voladora
En la retina hambrienta del halago gratuito
Por las ventanas que al hombro envidian
¡ Dónde la frambuesa vieja alegre tiembla !...

Penetrada la inspiración por el arte deseado
Cilíndrico, del buen dátil, que espera negando
Al llover los versos lácteos muslos reales
¡ Mil incógnitas en la espuela de un lucero !
Mundos inmundos placeres crueles perdones
¡ Mil incertidumbres en una letra complaciente !

Del impulso... Imágenes sin forma... ¡ Rosados arrojos !
Forjadores... De historias sin tiempo... ¡ Anhelando !
Liberar las cadenas y candados... ¡ Indómitos indóciles !
Tan graves, recatados, modestos, tiernos, apasionados
Alzando el vuelo cuando llueve menos bajo el ombligo
el fuego congelado de sed ahogado por el viento inmóvil.

Forjadores con los años de las noches estrelladas en el piso
Del impulso... ¡ Cuándo siembra sombras !
Del impulso... ¡ Cuándo cultiva luces ciego !
Porqué alegre tiembla una fresa fácil... Penetrada inspirada
En el corazón de las almohadas insomnes
¡ Qué resucitan derramando tinta en versos !

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Dulce… brillantez

Camina que hay un abismo
Porque un sueño de las tinieblas brilla
donde crecen velas, en las flamas,
entre las almohadas de las plumas,
junto al fondo de las espumas,
donde los labios en su memoria
reposan cuando el fuego es frío,
y donde las sombras empolvan su luz
en el corazón atristado del sol
con la luna en sus nubes
que llueven espejos reflejando,
flores, castillos, velos, amores.

Por esa dulce brillantez, dulces dolores,
siembran la seducción de la escarcha,
con las voces del cristal
con los peces del farol
que bajan hacia el río
en la bruma de timideces claras
Seca la boca de la fuente saca
seca la frente de la noche saca
seca la luna de la cama saca
seca la espera de la risa saca
seca la escena de la rosa saca.

El sortilegio ameno del proemio
la pericia permisible cauteloso
el perentorio atemperarse
del sueño de las tinieblas
despiertas de las tardes
dormidas de las hojas
otoñales de las miradas
dulces de las montañas
naranjas navales nevadas
púrpuras pulseras puntuales
bordando borrascas borrosas.

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

El ojo azul

Se mira se mira
en el espejo azul
el ojo del mar en el cielo
el rojo del ramo en la flor
el azul del abedul en el sueño
que sueña el silencio desnudo
del mar hecho cielo en la mano
de la mano en la frente azul
tan azul que no cuesta nada
a la mentira más verde vistiendo.
El
Ojo
Azul
No, no cuesta nada, no
Al azul del reflejo en el ojo
En el espejo azul azul
Que tiñe a la luz engañando
En la mirada que mira mirando
El mar en el cielo
En la flor en el sueño
En la mano en la noche que duerme
Que duerme que duerme azul azul
El ojo el ojo se mira
El
Ojo
Azul
Donde la apariencia se cree verdadera
Donde la experiencia certera lo niega
Cuando la añoranza espera esperando
Cuando la templanza flaca flaquea
En la almohada menos azul
En la noche menos negra
En la consciencia menos vana
En la esperanza menos inmunda
Azul sabe que el ojo no es
El espejo azul que lo refleja.

Del libro: "Poemas cercanos"

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Al hacer el mundo…

En el aroma azul de los recuerdos.
El tiempo siembra sus latidos.
El camino cosecha sus sandalias.
El sol busca sus sombras.

Lago del silencio. Nacimiento y sepultura.

En el corazón amarillo de las noches.
Unos ojos encienden las estrellas.
Unos labios dibujan los sueños.
Unos suspiros esconden las nubes.

Luz de la danza. Alegría y sufrimiento.

En el llanto rojo de las campanas.
Los relojes tejen la memoria.
Los cementerios guardan el olvido.
Los árboles escriben la vida.

Océano de la existencia. Sentir y pensar.

→ Joel Fortunato Reyes Pérez

Poesía de Joel Fortunato Reyes Pérez, Page: 2

Te encuentras en página 2 de poemas de Fortunato Reyes.

Fortunato ReyesQuizás también te interese: Leer escritos referentes al mismo autor. En esta sección recogemos una una colección de letras de:
Fortunato Reyes Pérez