Buscar en este sitioPoemas de: Nélida Beatriz Marteletti (Francis). Page: 2
Naci un 2 de enero en Nueva Galia-un pueblito de la provincia de San Luis-Argentina, a los 2 años viajamos con mis Padres, Antolín y Francisca, y mis hermanos hacia Buenos Aires, desde ahí vivo acá, en mi San Francisco Solano, en Buenos Aires.
Mi infancia fue muy feliz junto a mis padres y hermanos, soy una persona sencilla, humilde y muy solitaria, escribo desde los 13 años, mi primera poesía fue para mi madre, a la cual solo la tuve 15 años [...]
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Esta página incluye los siguientes poemas de la autora:
Índice de poemas publicados en esta página. Nélida Beatriz Marteletti.
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Nélida Beatriz Marteletti.
Aquí solo
Solo en mi habitación leyendo mi diario, si mi diario, yo, siendo hombre tengo mi diario.
En el escribo todo lo que pasa en mi vida diaria, ahora es de noche, de madrugada con lluvia. Una noche triste para pensar o quizás para amar, y yo solo, leyendo mi diario, este diario que un día comencé a escribir, a llenar sus páginas con palabras de amor, luego fueron esperanzas y ahora de tristezas, de amargura.
Estoy solo en mi habitación leyendo mi diario y esta noche triste se hace interminable, y más cuando pienso en ti. Quisiera tenerte aquí para tomar tus manos y besarlas, pero estoy solo en mi habitación leyendo mi diario, y estas páginas que escribí dedicadas a ti, cuando me amabas, cuando te creí y no era traicionado.
Ahora tu traición me cegó, puso una venda en mis ojos, de los cuales salen lágrimas de sangre; y en mi mano un puñal el cual clavaste en mi pecho.
En mi corazón, solo sé que tu traición hirió mi alma, cegó mis ojos no puedo ver, no puedo hablar, solo llorar, solo pudiste decirme que no me amabas y no traicionarme. Por todo esto, no te mereces estas páginas que escribí en mi diario, donde decía que tú me amabas, que eras lo único en mi mente, mi corazón y mi alma.
Ahora solo tengo una venda la cual cubren mis ojos llenos de lágrimas de sangre, y en mi mano este puñal el cual con tu traición clavaste en mi corazón y mi alma.
Sigo solo en mí habitación, leyendo mi diario, trato de no escuchar, de no ver, de esperar que mi corazón desangre.
A tiempo. Gracias a mis Papás
Hoy volví aquel lugar, donde paseábamos los tres. Tú mamá, tú papá y yo juntos, donde reíamos a placer, tomada de las manos de mis dos bellos papas. Hoy volví y observéque aquí está todo igual, sólo faltan ustedes dos, mis amores, mis dos pedestales, donde yo subía y volaba junto a Dios.
Sí, mis queridos y honorables padres. Hoy volví aquí, a este lugar que nunca pensé encontrar, lo busqué por mucho tiempo. Y, hoy al ver la estatua, el árbol junto a ella; donde los tres nos sentamos para plasmar nuestros rostros en aquella foto vieja. Hoy volví y encontré, este bello lugar, donde ayer paseábamos juntos los tres.
Tú mamá, con tu bella sonrisa y pausado andar. Tú papá, con tu gran presencia y las bromas al pasar. Hoy volví, lloré y lloré al recordar esos bellos paseos juntos. Y, aquí estoy rindiéndome a los pies de esta bella estatua, y este precioso árbol del ayer. Gracias queridos padres por haberme ayudado a encontrar de nuevo, este, nuestro lugar; en el momento justo de querer tomar una determinación.
Gracias queridos papás por estar ahí, acá, allá, siempre junto a mí, por estar siempre con migo aunque no podamos vernos, por darme vuestro apoyo justo a tiempo, por ayudarme a recapacitar. Gracias mis bellos y queridos papás, por regalarme este bonito lugar, por haber tomado mi mano y no dejarme caer.
Ahora a partir de hoy ya sé lo que haré, no llorare más, vendré aquí a diario para hablar, para recapacitar. Para pensar que todavía a partir de hoy hay un largo camino por recorrer, mucho tiempo y muchas horas para volvernos a juntar, los tres como ayer, así de la mano y recorrer caminos juntos y abrazarnos los tres. Sí, mis queridos papas, aquí estaré todas las tardes esperando por ustedes, para volver a estar juntos y recorrer el camino hacia la eternidad.
Gracias a mis queridos padres, Antolín y Francisca, gracias por ayudarme a recapacitar, justo a tiempo.
Francis, 18-09-2011
Bello amor
Amor, mira el cielo, ves qué bello es todo a tu lado
un cielo celeste claro, al horizonte, el mar
con su bella espuma blanca, tu de mi mano,
yo a tu lado, así besándonos, acariciándonos.
Así juntos de la mano, caminando abrazados,
hacia ese horizonte donde se divisa el mar,
con su agua clara, un sol radiante, y ese bello
cielo, en el cual se ven las hermosas gaviotas
volando, así con ese marco tan especial, nos vamos
continuamos caminando juntos, mirándonos, abrazados
con esa brisa suave, juntos tú y yo de la mano.
Brumas
Este es el retrato de mi alma, así me siento, cómo esta bruma, así de gris, de opaca está mi vida. Solo grises y neblina, nunca un día soleado, solo tristeza y dolor, solo grises sin color, nada de arco iris, acá no hay luz, ni alegrías.
Solo la tristeza y el dolor, abarcan mí melancolía, solo ganas de llorar, de esconderme, no mirar, ni siquiera parpadear, solo así, grises sin color, sin belleza, sin amor, solo tristeza y dolor, hacen de mí, esta que hoy soy. Una estatua gris, opaca, inerte sin color, sin vida, así de fría. Así soy.
Carlos
Podría escribir mil versos con tu nombre Carlos,
y sabría como comenzar diciendo: diría que sos tan
fácil de recordar y difícil de olvidar, o quizás eres,
tan tierno y dulce, que me dejas pensar en ti, como
aquel hermoso ser, salido de la luz.
Porque tú eres la luz,la luz que me alumbra al caminar
en aquellas noches de tristeza y soledad, cuando tú no
estás a mílado.
Yo pretendo ser feliz, pero cuando, tú regresas,
todo mi alrededor se pone tan bello que parece irreal,
solo cierro los ojos y al abrirlos, ahí estas, mirándome,
viniendo hacia mí con ese pausado andar, y ese gesto
de ternura que te hace único entre los demás.
Poesía de Nélida Beatriz Marteletti (Francis), Page: 2
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